Picón Felipe, "Mucho que aprender".

Eran ya últimos de octubre, la temperatura baja y la humedad excesiva. Pero como antes de empezar la escalada hay que rapelar los 300m que separan la cumbre del inicio de la vía, hubo tiempo para que saliera el sol, cargáramos las pilas, y secaran un poquillo mas algunas de las fisuras que teníamos que escalar.

El primero fue el mas corto, frio y húmedo, pero el mas fácil de escalar. No se necesita protección extra para este largo y la dificultad no supera el 6b.

El segundo ya es otra cosa. Después de una travesía dura y técnica protegida con tres chapas "ya solo queda" una fisura de 30m que empieza ciega y termina en puños con una dificultad conjunta de 7a+.

El tercero afloja pero poco. Tres chapas protegen la placa de inicio(separándose hacia la izq. del doble techo de "Amor de padre") y uno mas el paso duro. 30m de 6c.

El cuarto es la tirada mas larga. 45m de 6a+/b siempre con buen canto y buenas protecciones. Y aunque no es vertical, tampoco tumba en exceso hasta los metros finales.

Tres largos mas de menos 30m cada uno (VI+, 6b y VI+) y terminan la hostilidades, pero no la actividad. Todavía faltan mas de 100m de canales herbosas y bloques musgosos para llegar a la cumbre, donde comenzamos a rapelar 8 ó 10 horas antes.

Todas las reuniones están equipadas con dos argollas para facilitar los rapeles. Imprescindibles cuerdas dobles para rapelar.
Los Picones de Felipe y La Carrocera se encuentran dentro del parque natural de Arribes del Duero en el que hay una regulación muy estricta debido a la Z.E.P.A (Zona de Especial Protección para las Aves) allí existente. Por eso, solo existe permiso para escalar las vías ya existentes en las caras suroeste de de estos dos picones, y unicamente durante los meses de septiembre, octubre y noviembre. La navegación por el Duero también esta prohibida, salvo que se cuente con un permiso especial expedido por el Ministerio de Medio Ambiente. El alimoche, la cigüeña negra o el águila perdicera son algunas de las especies que nidifican en estos roquedos, por lo tanto, saltarse la legislación puede conllevar sanciones penales y administrativas muy graves.